Los juegos individuales son muy importantes en la infancia por muchas razones: mejoran la imaginación, autoestima, la habilidad de escucharse a sí mismo y así aprender como calmarse. Es recomendable que los niños pequeños jueguen solos unos 20 minutos dos veces al día ya que es esencial para el desarrollo del cerebro.
El juego individual va de la mano con el juego libre, en el que no hay un escenario claro, y el niño es libre de decidir por sí mismo cómo y con qué interactuar durante el juego.
Para que el niño juegue solo hace falta que los padres ocupan el "asiento del pasajero" y dar al niño la oportunidad de inventar escenarios de forma independiente. Cuanta más libertad tenga el niño para jugar con el adulto, más fácil será que se acostumbre a jugar solo, sin esperar instrucciones.
Los cuentos pueden ser también una herramienta útil para conseguir jugar solos un rato identificándose con los personajes y de esta manera intentando imitarles.
'Children need the freedom and time to play. Play is not a luxury. Play is a necessity.'
'Los niños necesitan libertad y tiempo para jugar. Jugar no es un lujo. Jugar es una necesidad.'
Kay Redfield Jamison
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